88° Aniversario Hospital Regional Coyhaique: El pasado nos enseña, el futuro nos impulsa

Victoria Pinto Henríquez / Directora (s) del Hospital Regional Coyhaique

Hace 88 años, cuando la región de Aysén tenía alrededor de 15 mil habitantes, nació el primer hospital de nuestra ciudad, en una sencilla casa ubicada en calle Ignacio Serrano.
A mediados del siglo veinte y con un aumento promedio de 11 mil habitantes por cada 10 años, en la década del ’50 el Hospital Regional se traslada a donde actualmente se encuentra el Instituto de Previsión Social, IPS.
Finalmente, un día como hoy, el 3 de octubre de 1966, se colocó la primera piedra del actual establecimiento, colosal proyecto para la época, que con el correr de los años ha visto pasar por sus pasillos a prácticamente todos los habitantes de Aysén. En 1966, nuestra población ya superaba los 37 mil habitantes.

Durante las tres décadas siguientes, el Hospital Regional Coyhaique no sufrió grandes modificaciones, pero la realidad de la región de Aysén si. Se triplicó la cantidad de habitantes y con ellos todas las necesidades de bienes y servicios para la comunidad, por lo que la urgencia de ampliarnos fue inminente. Esto se materializó en la última normalización del establecimiento el año 2000, con un total de 20 mil metros cuadrados construidos. Muchos de nuestros funcionarios y funcionarias recuerdan esta etapa, donde nos proyectábamos en crecimiento y desarrollo para la salud pública de nuestra región.

De eso ya ha pasado un cuarto de siglo y el número de habitantes de la región también ha cambiado: actualmente somos 108 mil personas, 17 mil más que hace 25 años. Sin embargo, el espacio que tiene nuestro hospital es el mismo. Hemos aumentado el número de especialistas y la complejidad de las prestaciones que realizamos, pero la falta de espacio al interior del Hospital Regional es una realidad que no podemos negar.
De la mano con el crecimiento demográfico, el Hospital Regional Coyhaique debe estar constantemente adaptándose a los cambios epidemiológicos de la población regional, cuyo crecimiento exponencial, aumento de expectativa de vida y determinantes sociales, llevan de la mano, obviamente, mayor demanda de prestaciones de salud, y un eventual incremento de personas que padecen diversas patologías.
Si bien la planta funcionaria ha aumentado en más de un 100% desde el año 2000 a la fecha, el espacio -a pesar de los esfuerzos y modificaciones- es el mismo, llevando al recinto asistencial a una constante reducción de metros cuadrados por persona.
Esta carencia estructural no se traduce simplemente en un problema de metros cuadrados, sino en funcionarios y funcionarias que han debido adaptarse y readecuarse constantemente a estos cambios, donde la falta de un espacio laboral especifico, sumado a otros factores ambientales, puede incidir en la salud mental de nuestros equipos, lo que a su vez repercute en la calidad de la atención que entregamos a las y los pacientes.
Cuidarnos a nosotros mismos es clave para poder cuidar a otros, y en ese sentido, más allá de soluciones puntuales a la infraestructura actual, debemos avanzar concretamente en el nuevo hospital de alta complejidad para la región de Aysén. Para que aquello tenga un sentido colectivo y de pertenencia, hay que hacerlo de la mano de todas y todos nuestros funcionarios, pensando en entregarles una casa donde todos tengan cabida, con la dignidad necesaria para avanzar en una salud pública más equitativa, humanizada y con pertinencia territorial.
A 4 meses de haber llegado a la región e integrarme a esta comunidad hospitalaria, uno de los grandes desafíos es que nuestros trabajadores y trabajadoras se sientan orgullosos de ser parte de esta red de salud, que se sientan parte de esta red del Servicio de Salud Aysén que tiene un tremendo potencial. Hoy me siento parte de esta comunidad, con el compromiso y la convicción de poder avanzar para que la atención de nuestro hospital llegue a las personas de manera más oportuna, con mayor dignidad y humanidad para todos y todas.
Juntos construimos el futuro.
¡Feliz aniversario y vamos por más!