Claudia Gómez Rivas / Profesional de Enlace Hospital Regional Coyhaique.
En los últimos años, el sistema de salud chileno ha emprendido un proceso de transformación profunda, desarrollando un nuevo Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS). Este modelo se define como “el conjunto de acciones que promueven y facilitan una atención eficiente, eficaz y oportuna, dirigida no solo al paciente o la enfermedad como hechos aislados, sino a las personas en su integralidad física y mental, como seres sociales pertenecientes a distintas familias y comunidades, que se encuentran en permanente proceso de integración y adaptación a su entorno físico, social y cultural”.
Si bien esta definición reconoce una visión más completa del ser humano, el desafío es trasladar ese enfoque a la práctica diaria, de manera que la organización de los recursos y la oferta de prestaciones se orienten realmente hacia las personas y sus contextos.
Uno de los pilares fundamentales del MAIS es la Estrategia de Cuidado Integral Centrado en las Personas, Familias y Comunidades (ECICEP), cuyos principios se basan en tres ejes irrenunciables: la atención centrada en las personas, la integralidad y la continuidad del cuidado.
La ECICEP busca superar la atención fragmentada —donde cada problema de salud se aborda por separado— y avanzar hacia un enfoque integral que considere a cada persona en todas sus dimensiones: física, mental, social y comunitaria. Esto significa no solo tratar enfermedades, sino también promover el bienestar, prevenir riesgos y acompañar de manera continua a lo largo de la vida.
Este enfoque se aplica a toda la población. Por un lado, las personas sanas o sin condiciones crónicas participan en acciones de promoción y fortalecimiento de su salud y la de su entorno. Por otro, las personas que viven con enfermedades crónicas transitan desde un sistema reactivo a uno proactivo, que ofrece una atención más integrada, continua y participativa, donde cada individuo tiene un rol activo en el cuidado y gestión de su salud.
El equipo de salud, en este contexto, asume un rol clave: acompañar a cada persona a lo largo de su curso de vida, considerando sus dimensiones biológicas, psicológicas, sociales, espirituales y culturales.
En la Región de Aysén, la implementación de la ECICEP representa un gran desafío, pero también una oportunidad histórica. Nuestra geografía y diversidad cultural exigen un modelo de atención flexible, capaz de adaptarse a la realidad de cada localidad. Desde el Servicio de Salud Aysén se ha trabajado en fortalecer las capacidades de los equipos, promover la articulación entre los distintos niveles de atención y acompañar a los establecimientos en este proceso de cambio.
En este proceso, el Hospital Regional Coyhaique cumple un papel fundamental en la consolidación de la estrategia ECICEP. A través del rol de coordinación del Profesional de Enlace, se promueve la incorporación de nuevos procesos en el quehacer hospitalario y en la atención de especialidad, favoreciendo la articulación con la Red Asistencial. Este trabajo conjunto busca garantizar un acceso oportuno y continuo a la atención de salud para las personas con condiciones crónicas o multimorbilidades, fortaleciendo así la integralidad del cuidado en la región.
Un aspecto esencial de la ECICEP es la continuidad del cuidado. Esto significa que cada persona cuente con un equipo que conozca su historia, su entorno y sus condiciones de salud, evitando duplicidades o interrupciones en la atención. Así, el sistema se vuelve más cercano, resolutivo y humano.
Porque cuando la atención se centra en las personas, la salud deja de ser solo un servicio y se convierte en un proceso compartido de bienestar y cuidado mutuo.

