Laboratorio de Biología Molecular del Hospital Regional Coyhaique celebra su quinto aniversario

Desde su implementación el 2020, a raíz de la pandemia por Covid-19, se ha convertido en una herramienta diagnóstica clave en la red asistencial aysenina.

El Laboratorio de Biología Molecular (LBM) del Hospital Regional Coyhaique conmemoró cinco años desde su implementación, que se dio en medio del contexto más desafiante que ha enfrentado el principal centro asistencial de la región de Aysén los últimos años: la pandemia por Covid-19.
Esta estrategia, que comenzó como una respuesta urgente ante la crisis sanitaria, dado que el procesamiento y confirmación de las muestras no se realizaba localmente, se ha consolidado con el tiempo como una herramienta diagnóstica estratégica para sus usuarios.
Es que desde su implementación y puesta en marcha, el laboratorio ha evolucionado significativamente ampliando su capacidad diagnóstica y diversificando el tipo de exámenes que procesa, lo que ha permitido mejorar la resolutividad del establecimiento y también la capacidad de respuesta de la red, con lo que ha ayudado a determinar, en oportunidad y calidad, diagnósticos precisos de parte de los especialistas, sin necesidad de recurrir a otros laboratorios del país.
Respecto de su creación, del rol esencial para hacer frente hoy a múltiples patologías y del momento en que se implementó, el Dr. Carlos Mansilla, Jefe del Subdepartamento de Apoyo Diagnóstico y Terapéutico del Hospital Regional Coyhaique, señaló que “apoyó las decisiones clínicas que tenían que ser rápidas y que yo creo que ayudó a salvar muchas vidas. A veces no se valora ese punto, pero la rapidez del diagnóstico, teniendo acá el laboratorio funcionando las 24 horas, hizo que las respuestas clínicas sean igual más rápidas”.
En tanto, Marcelo Lazcano su director técnico, destacó el trabajo que comenzó con la determinación de enfermedades respiratorias y el aumento de prestaciones que tienen que ver con “enfermedades de transmisión sexual, de ulceras genitales, o paneles ligados a lo oncológico como la detección de virus papiloma humano, que es un virus que tiende a estar presente en el cáncer cérvico uterino”.
Más allá, respecto de la actualidad del LBM y del importante rol que ha ejercido los últimos años es en el contexto de la temporada de invierno y en la vigilancia como establecimiento centinela de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG) “que en esta zona tiende a afectar mucho a nuestra población y a destiempo en comparación con el resto del país. Por eso es muy bueno poder contar con tecnología, que pudiera detectar otros virus respiratorios”, puntualizó.

Finalmente, el Dr. Carlos Mansilla, reflejó que la consolidación del LBM abre nuevas líneas de desarrollo e investigación, ya que “la proyección es ir avanzando hacia otras determinaciones y ahora el desafío es determinar lo oncológico, que nos permita una mayor resolución a nivel local, diagnóstica y obviamente eso para los clínicos es un manejo más oportuno de estas patologías.